Sedentarismo y actividad física.

Sedentarismo y actividad física.

Sedentarismo y actividad física.

La falta de actividad física representa un riesgo para la salud de los individuos, debido a que la poca actividad conlleva al padecimiento de ciertas enfermedades, lo que repercute de gran manera en la calidad de vida de las personas.

¿Qué es el sedentarismo?

El sedentarismo se define como la realización de actividad física en un período menor a 15 minutos y menos de tres veces por semana durante el último trimestre.

¿Qué es la actividad física?

Se puede definir la actividad física como cualquier movimiento del cuerpo producido por los músculos que producen la pérdida de energía.

Cuando nos referimos a la capacidad de la persona para realizar actividad física estaremos hablando de buena forma física.

Los beneficios de la actividad física están correspondidos aproximadamente de manera proporcional con la cantidad total de actividad realizada a medida que la pérdida de calorías aluminio trae la actividad física realizada.

¿Cuáles son las enfermedades que están relacionadas con sedentarismo?

Existe un sinfín de enfermedades que están relacionadas con el sedentarismo como lo son: las cardiopatías isquémicas, la hipertensión arterial, enfermedades cerebrovasculares, diabetes mellitus de tipo 2, obesidad, osteoporosis, problemas musculoesqueléticos, diversos desórdenes mentales emocionales, cáncer, entre otros.

¿A qué personas el sedentarismo representa un riesgo?

  • Para las personas mayores de 40 años de edad.
  • Individuos discapacitados desde el punto de vista físico.
  • Individuos que presentan enfermedades crónicas.
  • Pacientes con padecimientos musculoesqueléticos.
  • Personas con obesidad.
  • Ocupaciones sedentarias, como personas que trabajan en el área administrativa etcétera.

Sedentarismo y actividad física.

¿Qué beneficios representa el realizar actividad física o ejercicio físico?

  • El ejercicio físico lucha contra el aumento de peso que puede resultar perjudicial.
  • Disminuye el porcentaje de grasa corporal.
  • Mejora el riego sanguíneo.
  • Normaliza las cifras de presión arterial en personas que presentan hipertensión.
  • Reduce la resistencia vascular periférica.
  • Contribuye a mejorar la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina.
  • Mejora la densidad ósea.
  • Mejora la función inmune.
  • Reduce las ansias de fumar e ingerir bebidas alcohólicas
  • Contribuye a mejorar el bienestar físico y mental.
  • Ayuda a evitar o retrasar manifestaciones de muchos síndromes y enfermedades, así como contribuye a prolongar la vida.

¿Puede el ejercicio físico representar algún riesgo?

Aunque hay diferentes patologías que pueden presentar cierto riesgo y que a la hora de la realización del ejercicio físico se debe tener cierta precaución, realmente la aplicación de este tipo de actividad no representa un riesgo absoluto.

En relación a las cardiopatías isquémicas agudas afortunadamente el cálculo del riesgo y beneficio del ejercicio en relación con estas enfermedades y sus complicaciones de salud indican que la realización del ejercicio regularmente reduce el riesgo de generar esta entidad más de lo que aumenta el riesgo de dicha patología.

Lesiones traumáticas de los músculos o del sistema óseo normalmente suelen ser leves y rara vez produce incapacidad de manera permanente.

Relación del sedentarismo con el riesgo cardiovascular

Existen muchos estudios acerca de los beneficios para la salud de la práctica regular de la actividad física o de los riesgos que produce su ausencia, los mismos están dirigidos al análisis de la asociación entre la actividad física y las enfermedades cardiovasculares o de riesgo cardiovascular que incluyen de manera fundamental hipertensión arterial, cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares.

Numerosos estudios con más de 5000 participantes han demostrado un aumento de la hipertensión arterial en individuos sedentarios, independientemente de otros factores de riesgo para el desarrollo de la hipertensión arterial. Se ha demostrado que el ejercicio físico o la actividad física posee un efecto hipotensor y normotenso.

Se ha podido confirmar, a través de diversos estudios, la influencia de la actividad física en cifras de personas con alteraciones de la presión arterial, se ha demostrado un descenso medio de 3,8 mmhg en la presión arterial sistólica y 2,6 mmhg en la diastólica, luego de una intervención consistente en la realización de ejercicio físico.

La relación con el estilo de vida sedentaria y el riesgo de cardiopatía isquémica es bastante alto. Estudios realizados a más de 7000 mujeres estadounidenses han demostrado un papel fundamental de la actividad física, incluso aquella que es ligera o moderadamente intensa, frente acontecimientos coronarios donde hay una reducción del surgimiento de la enfermedad coronaria tanto al realizar caminatas comunes o realizar ejercicio vigoroso.

En cuanto a las enfermedades cardiovasculares la actividad física ha demostrado efectos claramente protectores frente al riesgo de surgimiento de accidentes cerebrovasculares disminuyendo de gran manera su incidencia, mejorando el pronóstico vital. Avales científicos han señalado el descenso de la incidencia de ictus fundamentalmente mediado por los efectos beneficiosos que proporciona la actividad física sobre los factores de riesgo vascular como hipertensión arterial, sobrepeso, entre otros.

Relación del sedentarismo con la obesidad

En cuanto a la obesidad muchos estudios han puesto de manifiesto la gran relación que tienen los niveles bajos de actividad física y el mantenimiento de la obesidad.

Los dos pilares fundamentales para disminuir de peso o controlarlo es la dieta y el ejercicio físico

Cambios pequeños en los niveles de actividad física suponen grandes disminuciones en la prevalencia de la obesidad, ya que la actividad física ocupa un papel importante en la reducción de la grasa abdominal y en el mantenimiento y reducción del peso corporal.

Relación entre sedentarismo con el riesgo de diabetes

Numerosos estudios de carácter epidemiológico observacional dejan puesto manifiesto la asociación directa entre el sedentarismo y la incidencia de diabetes mellitus e intolerancia a hidratos de carbono.

La mayoría de los diabetes tipo 2 podrían ser evitables a través de la modificación de determinados estilos de vida, que incluye la realización de ejercicio físico de manera regular y una buena alimentación.

Una dieta hipocalórica junto con el ejercicio físico es un requisito básico para llegar a un buen control metabólico en pacientes que sufren de diabetes, por lo tanto, no es necesario realizar grandes cantidades actividad sino que el efecto beneficioso es obtenido a través de un ejercicio regular aunque el mismo sea de una baja intensidad.

Relación entre el sedentarismo con el riesgo de osteoporosis y fracturas

La actividad física ha demostrado un claro efecto beneficioso sobre la incidencia y la prevalencia de la osteoporosis, por lo que realizar algún tipo de ejercicio tanto en la perimenopausia como antes los 30-35 años es  una recomendación de manera universal a las mujeres, no obstante, para lograr este efecto que frenen la pérdida de la masa ósea mineral es necesario realizar cierta cantidad de actividad física mayores que las necesarias para obtener efectos protectores a nivel cardiovascular.

Estudios han sugerido que los principales beneficios de la actividad física sobre el tejido óseo va relacionado con lo que se realizó en la juventud, acompañadas de una adecuada ingesta de calcio más que la que se realiza en la madurez, sin embargo, nunca es tarde para adquirir un estilo de vida activo.

La actividad física no solo disminuye en gran medida los índices de mortalidad, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida debido a que limita las discapacidades que pueden surgir en la tercera edad como se ha evidenciado en diferentes estudios realizados a personas mayores.

Comúnmente los ancianos que siguen algún programa de ejercicios sufren menos caídas y, por lo tanto, menos lesiones y fracturas.

Relación entre el sedentarismo y las enfermedades mentales

La relación entre el sedentarismo y la prevalencia de trastornos depresivos y de ansiedad es bastante frecuente.

Un estudio realizado durante 5 años a sujetos en Estados Unidos evidencia una disminución en la incidencia y prevalencia de la depresión en los participantes que realizaban algún tipo de actividad física.

El ejercicio físico apoya el efecto terapéutico para el tratamiento de la depresión clínica, así como también tiene efectos beneficiosos  sobre los estadios de ansiedad, ya que mejora la sensación de bienestar mental de la persona que lo realiza, además de ello también proporciona mejoras en las funciones cognitivas e incluso proporcionan eliminación del riesgo a padecer determinados tipos de demencia.

Relación entre el sedentarismo y el riesgo de cáncer

La actividad física muestra beneficios importantes en las enfermedades oncológicas, en la actualidad hay evidencia que destacan la actividad física como un componente para disminución de padecer de riesgo de cáncer de colon, de hecho las evidencias demuestran una reducción en el surgimiento de este tipo de patologías hasta de un 50% en sujetos activos, que practican algún tipo de actividad física.

Del mismo modo se han profundizado diferentes estudios del efecto protector de la actividad física sobre el cáncer de mama, en los mismos se observa que el principal beneficio se obtiene por la actividad llevada a cabo en la madurez más que la realizada en la juventud y en la infancia.

En el mismo orden de ideas, el ejercicio físico se asocia de manera inversa con la incidencia del cáncer de pulmón independientemente del hábito tabáquico.

El sedentarismo influye en gran medida al surgimiento de diferentes enfermedades que perjudican la calidad de vida y la salud de las personas, por lo tanto, adquirir hábitos que conlleven a la realización de ejercicios físicos contribuye a una mejora o prevención del surgimiento de estas enfermedades. Para combatir los problemas de salud anteriormente descritas a través de programas físicos, se debe contar con profesionales especializados de alta categoría, como los que forman parte de nuestras redes de clínicas FisioClinics.