Fisioterapia en la Condromalacia rotuliana

Fisioterapia en la Condromalacia rotuliana

Fisioterapia en la Condromalacia rotuliana

La condromalacia rotuliana es una afectación muy común en la actualidad, que forma parte de otras de las lesiones de la rodilla. Esta patología repercute mucho en la sociedad ya que imposibilita la funcionalidad con el dolor y las molestias que genera, sobre todo en los deportistas. Acá te estaré explicando  en qué consiste esta afección y cómo puedes tratar desde la fisioterapia con las técnicas más avanzadas.

¿Qué es  la Condromalacia rotuliana?

La condromalacia o condropatía rotuliana es la degeneración del cartílago articular de la parte posterior de la rótula.

Consiste en la fisuración y degeneración del cartílago que genera dolor en la parte anterior de la rodilla...

¿Cómo se produce la Condromalacia rotuliana?

El cartílago se reblandece, pierde sus propiedades de distribución de las presiones de manera uniforme y de reparación, lo que da lugar a su degeneración.

La condromalacia rotuliana se considera multifactorial, pueden provocarla desde un traumatismo hasta un proceso degenerativo o inflamatorio. Pero lo que más resalta es la mala alineación de la rótula, su descentraje, sea por los factores que sean, produce una fricción inadecuada entre las cubiertas cartilaginosas y los huesos en movimiento.

Además, se puede encontrar asociada a otras patologías como subluxaciones de rótula o síndrome de hiperextensión lateral.

Factores de riesgo  para la aparición de la Condromalacia rotuliana

  • Predominancia del vasto externo, respecto al interno, ya que esto  va a generar una luxación recidivante de la rótula y por tanto de condromalacia rotuliana, ya que la rótula roza o se daña en esta posición.

  • Debilidad muscular del cuádriceps, ya que  altera el aparato extensor y genera una mala alineación rotuliana.

  • Síndrome de isquiotibiales cortos”, o rigidez de los músculos isquiotibiales que pueden dar lugar a una mala mecánica de carrera con desalineación de la rodilla y aumento de la fricción del cartílago.

  • Desalineación del Ilíaco. ya que puede tirar de la inserción proximal del recto anterior del cuádriceps, que influirá sobre la rodilla.

  • Rotación interna del fémur. En este caso, se puede producir una desviación rotuliana lateral, que la saque del surco troclear e intercondíleo favoreciendo su roce inadecuado.

  • Caderas anchas que provocan que el fémur gire hacia dentro para andar, con los pies alineados, provocando el desplazamiento de la rótula, y con ello el desgaste del cartílago posterior. Por ello, la condromalacia es más frecuente en mujeres que en hombres.

  • Genu recurvatum o hiperextesión de la rodilla. Da lugar a una rótula más alta y bien pegada a la tróclea femoral y si se mantiene en el tiempo, se podrá dañar el cartílago.

  • Genu valgum. implica un aumento de carga en el área externa de la articulación, comprimiendo el cartílago y reforzando una luxación rotuliana lateral .

  • Pie plano. La carga aumentada en la parte interna del pie  puede asociarse a valgo de rodilla. Que a su vez va a crear roce entre la rótula y el cartílago.

  • Pie pronado. Si la tibia no puede rotar con normalidad, tiende a rotar a medial para acompañar el movimiento de pronación del pie, provocando un predominio del tiraje lateral que hace que la rótula roce más con el cóndilo lateral.

  • Anomalías estructurales de la rótula y del fémur, que dificultan la correcta congruencia articular.

  • Rótula alta. por qué tiende a subluxarse e inclinarse más de lo normal, lo que origina un desgaste del cartílago y produce la condromalacia.

  • Artritis .Ya que se degenera la articulación incluyendo el cartílago.

  • Otras enfermedades reumatológicas, como la gota.

  • Hábitos alimentarios. Cuidado con los alimentos altos en composición ácida.

  • Lesiones previa de la rodilla, fractura o luxaciones pueden conducir a una condromalacia.

  • Ejecución de actividades que generen mucha tensión sobre la rótula. Como correr, saltar, girar… pero sobre todo que fuercen la articulación femoropatelar en movimientos de flexión máxima y balística, o permanente, que suponen un incremento del componente de reflexión.

  • Sobreuso, que lleva a la inflamación, calcificación y degeneración del cartílago.

  • Inmovilización mantenida, que impide una buena nutrición del cartílago y puede facilitar el cúmulo de cuerpos dañinos

Incidencia de la Condromalacia rotuliana

Predomina en los niños y adolescentes de crecimiento rápido, deportistas (corredor de maratón o ciclistas) que sobrecargan la articulación y personas sedentarias.

Se aprecia en los adultos  sobre todo entre los 30 y 40 años, más en el sexo femenino que en el masculino, posiblemente por la fidiologia estructural de la pelvis de la mujer que es más ancha.

¿Qué sucede fisiológicamente en  la Condromalacia rotuliana?

Histológicamente lo que sucede es que  se observa una deshidratación de la matriz con una pérdida de la sustancia fundamental amorfa (proteoglicanos y glucosaminoglicanos).

Los condrocitos superficiales se inflaman y mueren, mientras que proliferan en las fisuras presentes, posiblemente en su intento de reparar la lesión. Se da, entonces, una alteración en las fibras.

Síntomas de la Condromalacia rotuliana

Cursa con dolor localizado en la parte anterior de la rodilla, en la rótula, habitualmente bilateral y a veces, poco definido. Suele iniciarse en el borde rotuliano externo, y a veces con afectación de la zona posterior de la rodilla . Este dolor aparece por permanecer con las rodillas flexionadas durante largos periodos de tiempo y desaparece con leves movimientos tras abandonar esa postura.

A medida empeora esta patología, el dolor se presenta también durante la actividad…

 Sobre todo al bajar escaleras, y en flexión máxima (cuclillas) donde la articulación se ve sometida a mayores cargas.

  • Sensación de inestabilidad.

  • Sensación de rozamiento o “cepillo” cuando se extiende la rodilla.

  • Rigidez a la flexo-extensión.

  • Mayor sensibilidad a la palpación.

  • Crepitación, crujidos o chasquidos, también palpables, en los movimientos de flexo-extensión de la rodilla.

  • Edema del cuádriceps y atrofia del mismo, en etapas muy avanzadas puesto que el dolor limita la función del cuádriceps y se vuelve hipotónico.

Grados de afección de  la condromalacia

Según Bentley

  • Grado I: reblandecimiento del cartílago articular, con pequeñas áreas con edema. 0,5 cm de afectación.

  • Grado II: fisuración y fragmentación en un área menor de 1,3 cm (entre 0,5-1 cm).

  • Grado III: fisuración y fragmentación en una zona mayor de 1,3 cm. (Entre 1-2 cm).

  • Grado IV: fisuración que excede los 2 cm y exposición del hueso subcondral. (Para Bentley sólo cuenta el tamaño de la superficie afectada).

Diagnóstico fisioterapéutico

Inicialmente se realiza una recopilación de información de los síntomas y de cómo se pudo haber producido la afectación, es sumamente importante saber los hábitos y actividades diarias del paciente. Luego procedemos a la exploración física, en donde hacemos una inspección y palpación para valorar la movilidad, fuerza y sensibilidad y la marcha. Con el fin de saber que tan afectada está la funcionalidad y movilidad. También, se aplica la Maniobra de placaje o de Zöhlen.

Se complementa el diagnóstico con estudios de imagenología tales como la resonancia magnética, para evidenciar qué tan comprometido se encuentra el cartílago.

Una vez se tenga el diagnóstico fisioterapéutico se procede a crear los objetivos y medios de intervención y posteriormente se lleva a cabo el plan de tratamiento

Tratamiento fisioterapéutico

Mis objetivos en fisioterapia se orientarán a disminuir el dolor, flexibilizar la musculatura acortada, fortalecer las debilidades musculares, recuperar la funcionalidad y reeducar posturalmente al paciente con una buena alineación del miembro inferior.

  • Masaje terapéutico, con muy buenos resultados, se busca sobre todo la descarga muscular y el aumento de flexibilidad de los tejidos en el cuádriceps, tensor de la fascia lata e isquiotibiales.

  • El vendaje neuromuscular, para aliviar el dolor y mejorar la propiocepción, además puede que mejore la contracción del vasto medial y la alineación rotuliana.

  • Ejercicio terapéutico: con el propósito de recuperar la movilidad, la fuerza y funcionalidad. Se emplea entrenamiento isocinético, propioceptivo, isométrico y funcional, para fortalecer a los músculos de la rodilla, principalmente al cuádriceps.

  • Estiramientos del cuádriceps, tríceps sural, isquiotibiales y cintilla iliotibial. Para  lograr el equilibrio muscular y balancear las tensiones.

  • El uso de la punción seca: se emplea en fisioterapia como tratamiento miofascial. El estímulo mecánico de la aguja se aplica en los puntos gatillo, aumentando el umbral del dolor. En este caso se podría aplicar a los puntos gatillos del cuádriceps o incluso en el tendón, con el fin de eliminar estos puntos dolorosos y liberar la fascia de tensiones y dolores.

  • EPI (Electrolisis percutánea intratisular). Se trata de un nuevo tratamiento, principalmente para los tejidos blandos. Destacamos su uso en fisioterapia para la tendinopatía rotuliana y cuadricipital, que pueden estar asociadas a una condromalacia. Si quieres saber más sobre la aplicación de esta técnica haz clic aquí

  • Ejercicios de propiocepción pueden prevenir lesiones, puesto que brinda mayor confianza y estabilidad a la articulación.

  • Electroestimulación. Usada en fisioterapia para aumentar la fuerza muscular. En este caso, suele ser para el vasto medial.

  • Liberación Miofascial estimula de forma local y mecánica al tejido conectivo, estirando las restricciones o eliminando las adherencias del cuádriceps.

  • Reeducación postural, para favorecer a la correcta alineación de los segmentos corporales, para disminuir así los factores de desalineación de la rótula.

  • Reeducación de la marcha, para eliminar los patrones antiálgicos.

  • Láser: con propósitos analgésicos, desinflamatorios, homeostáticos y activador de los mecanismos naturales de curación.

Este tratamiento pretende recuperar la funcionalidad del paciente, disminuyendo el dolor. De esta manera, podrá, posteriormente, realizar ejercicios de potenciación adecuados para hacer las actividades de su vida diaria, con los músculos bien alineados y óptimos.

En conclusión la fisioterapia es la mejor elección de tratamiento no invasivo para eliminar la sintomatología de la condromalacia rotuliana, según su fase de afección se estudiará el tratamiento más adecuado. Cabe destacar que la aplicación de cada una de estas técnicas va a depender del diagnóstico previamente realizado, ya que el tratamiento debe ser personalizado y en base a las capacidades y necesidad de cada participante. Lo que si no cabe duda es que independientemente de la combinación de estas técnicas el resultado final será mejorar el estado de salud y la calidad de vida del paciente.