Factores Psicoemocionales y su influencia en el estado de salud

Factores Psicoemocionales y su influencia en el estado de salud

Factores Psicoemocionales y su influencia en el estado de salud

El ritmo de vida del mundo en el que vivimos actualmente ha hecho que las patologías de origen psicológico y emocional hayan incrementado notablemente en los últimos años, causando actualmente un importante impacto para las personas, las empresas y la sociedad en general. Estos factores psicoemocionales también influyen significativamente en el correcto desempeño de los tratamientos fisioterapéuticos, acá te explicaré por qué.

¿Qué son los factores psicoemocionales?

Son todos aquellos factores que están relacionados con las afecciones o enfermedades de la mente. Específicamente de la parte emocional y psicológica de los seres humanos.

Estos factores van a definir la mente y las emociones, que tienen gran influencia sobre la conducta humana, que van a describir a los distintos estados sentimentales que puede experimentar una persona, siendo ambas desencadenantes de enfermedades.

Por ello, aprender a identificar y canalizar los sentimientos o pensamientos, es una herramienta fundamental para poder manejar tanto el estrés, como las distintas situaciones que surgen a diario, evitando así que nos afecten negativamente a nosotros o a los que nos rodean.

Importancia de los factores psicoemocionales

Estos factores son sumamente importantes, ya que se enfocan en la mente y las emociones, junto con los trastornos que estas pueden producir. Si existe la alteración de alguno de estos factores psicológicos o emocionales, se va a afectar la salud física. Por lo que su importancia radica en que su correcto funcionamiento permite lograr que el individuo se sienta óptimo y saludable tanto física como mentalmente.

La manera en como interpretamos nuestras emociones va a influir en nuestro estado de salud…

Relación de los factores psicoemocionales y el estrés

Cuando exponemos a nuestro cuerpo a una serie de variables emocionales podemos tener como consecuencia la aparición de un conjunto de respuestas de alerta y estrés que genera la aparición de lesiones o incluso de enfermedades más severas.

Estas respuestas incluyen dolor muscular, estrés, angustia, cambios en la postura, cefalea, problemas en la vista, cansancio, cervicalgia, lumbalgia, problemas en la vejiga, problemas viscerales, entre otros más.

¿Pueden las emociones afectar la salud?

Cuando las emociones se tornan negativas pueden afectar de una forma muy particular y negativa a la salud en general, ya que esto desencadena la aparición de una serie de procesos metabólicos que terminan alterando las funciones normales de los órganos.

Al estar en procesos depresivos, de ira, estrés, preocupación o ansiedad el organismo entrará en un estado de alarma en donde iniciará procesos de dolor, tensión, insomnio y malestar en general.

Estos procesos a su vez van a producir ciertas lesiones y enfermedades tales como:

  • Cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia, producto de sobrecargas emocionales, ansiedad, estrés y culpa.

  • Dolor estomacal, ocasionados por las preocupaciones.

  • Dolor de pies, suelen desencadenarlos la tristeza y las sobrecargas.

  • Problemas en el hígado, se relacionan con la ira y la molestia.

  • Síndrome miofascial, puntos dolorosos y los desequilibrios en la fascia se producen por el estrés.

  • Problemas posturales, causados por sentimientos como el agobio.

  • El dolor crónico genera en muchas personas depresión, lo que explica como un factor puede conllevar a otro.

  • El corazón y el sistema cardiovascular puede presentar alteraciones por el estrés y la preocupación.

 

El cuerpo se relaciona directamente con las emociones y la mente, por lo que los sentimientos pueden desencadenar distintas enfermedades y lesiones…

Síntomas de los trastornos emocionales

Los síntomas psicoemocionales pueden ser variados ya que no todos experimentan la percepción de las emociones de la misma manera, por lo que de forma general los síntomas son:

  1. Dolor muscular en zonas como la espalda.
  2. Falta de energía y cansancio.
  3. Cambios en la personalidad así como variaciones constantes en el humor.
  4. Poco apetito.
  5. Baja autoestima.
  6. Desinterés hacia las cosas y la vida en general.
  7. Poca concentración.
  8. Dificultad para culminar una tarea cotidiana.
  9. Problemas para conciliar el sueño

Cada uno de estos síntomas van a generar desequilibrios y cambios bruscos en el individuo, lo cual desencadena alteraciones en los sistemas corporales y a su vez la aparición de enfermedades.

¿Cómo influyen los factores psicoemocionales en el tratamiento fisioterapéutico?

Debido al estilo de vida bajo las presiones y el estrés, se ve afectada significativamente el estado de salud, si al realizar nuestro tratamiento fisioterapéutico el paciente se encuentra bajo un cuadro de estrés, no se obtendrán los resultados deseados.

Cuando las emociones son negativas pueden afectar negativamente a la salud en general, ya que esto desencadena la aparición de una serie de procesos metabólicos que alteran negativamente las funciones de los órganos.

Si existe un trastorno psicoemocional, se desencadena en la persona un desorden mental y emocional. A su vez, estos producirán manifestaciones clínicas que afectan en el progreso de la recuperación del paciente. Por eso, es sumamente importante tener un abordaje fisioterapéutico global en donde se vea al paciente como un todo, más allá de su afección, bajo un enfoque biopsicosocial, tomando en cuenta su estado de salud mental.

Durante las sesiones de fisioterapia es necesario crear motivación y moldear el pensamiento del paciente para de esta manera se logre efectos positivos en el proceso de recuperación.  Ya que la mente juega un papel fundamental cuando queremos que las personas sanen. Por eso, en las sesiones de terapia física se utilizan palabras para incentivar al paciente, para que comience a creer y sentir su pronta recuperación.

Intervención fisioterapéutica en los daños psicoemocionales

  • Práctica de ejercicio físico para incrementar el ánimo gracias a la liberación de endorfinas, disminuir el estrés y la tensión muscular.

  • Ejercicios de relajación y de respiración para proporcionar tranquilidad.

  • Reeducación postural, para abordar las alteraciones posturales.

  • Ejercicios, técnicas y medios físicos, para abordar el dolor crónico y así evitar la depresión que suele ser común en estos pacientes.

  • Automasajes y masajes para eliminar la tensión muscular.

  • Ejercicios de resistencia y cardiovascular para mantener el corazón activo y evitar la aparición de enfermedades.

  • Terapia manual, para descontracturar y liberar y equilibrar las tensiones.

Relación del factor psicoemocional y el dolor

El estrés psicológico y los daños psicoemocionales que sufre una persona en el curso de su vida, la manera en que interpreta y percibe estos eventos va a influir en cómo experimenta y percibe el dolor.

En otras palabras, podemos encontrar personas que en el transcurso de su vida se han enfrentado a por ejemplo a 10 cirugías mayores que son situaciones lo suficientemente traumáticas para afectar la condición emocional de una persona, pero que esta persona interpreta tales experiencias de una manera positiva y entonces el efecto estresante final será muy diferente al que se tendría si hubiera pasado por una sola experiencia de intervención quirúrgica, pero que la hubiera interpretado negativamente como algo desastroso en vida.

En este sentido la interpretación cognoscitiva, el estilo personal de afrontar estos eventos, adquiere una importancia relevante para la comprensión y modificación de los efectos del dolor crónico.

Paralelamente, cuando los estresores a los que se ve expuesta una persona, rebasan su capacidad para afrontarlos, nos encontramos con un cuadro de inmunodepresión, que hace al individuo más susceptible y vulnerable a diferentes procesos de cronificación.

Al sistema inmunológico lo puede afectar el aprendizaje, es decir, que existe una condicionalidad de la respuesta inmunológica que se atribuye al componente emocional y a su percepción del dolor crónico y agudo.

Existe una relación entre actividad cognitiva, estado emocional y respuesta muscular al dolor…

Esta relación se debe a que dependiendo de cómo sea el estado emocional del paciente este puede interpretar el estímulo doloroso de una manera u otra.

Los factores psicológicos, hasta ahora considerados como más importantes en el dolor crónico y en el proceso de “cronificación” son: en primer lugar, las expectativas que pueden contribuir al aumento del dolor. En segundo lugar, el distrés afectivo, que de manera directa puede contribuir también al aumento del dolor. En tercer lugar, tenemos la interpretación de los síntomas físicos, que está relacionado con el sistema de creencias de las personas, si una persona cree que debe sufrir, muy probablemente su condición tienda a complicarse más fácilmente que el de una persona que piensa de manera opuesta.

Si una persona percibe el dolor como algo fuera de su control, presentará una evolución con pobre pronóstico de recuperación. Por eso, es importante que el paciente use técnicas de relajación para ser capaz de cambiar su condición emocional, lo que contribuye a producir una percepción elevada de control y alivio reparador.

En conclusión, aunque los órganos no se encargan de intervenir en los pensamientos y en los procesos cognitivos, si pueden verse afectados cuando hay algún daño psicoemocional, por lo que si bien no están conectados si presentan relación. Por eso, es importante tomar en cuenta los trastornos que afectan la mente, para evitar complicaciones físicas, entre las cuales se encuentran la aparición de enfermedades musculares, cardiovasculares, respiratorias, intestinales, estomacales.

Todas estas complicaciones se reducen si se tiene un plan fisioterapéutico global en donde se ejecuten técnicas que favorezcan a los estados emocionales positivos, que van a cooperar para la pronta recuperación y mejoría del estado de salud físico y mental del paciente, que incrementará su calidad de vida.