Dolor de cuello y su relación con el síndrome de dolor miofascial

Dolor de cuello y su relación con el síndrome de dolor miofascial

Dolor de cuello y su relación con el síndrome de dolor miofascial

El dolor de cuello es un problema que afecta frecuentemente a la población, el cual es solo superado por el dolor en la región lumbar. A través de este artículo brindaremos información acerca de este dolor y su relación con el síndrome de dolor miofascial.

¿Qué es el dolor de cuello?

El dolor de cuello como su nombre lo indica es un dolor que se origina en la región del cuello y el cual puede estar asociado con otros síntomas como dolor de cabeza o en otras regiones corporales, este es más frecuente en mujeres que en hombres.

Este tipo de dolor es una queja frecuente que puede estar presente en la atención primaria, el cual puede ser incapacitante y costoso en términos de visitas al médico, además de las bajas laborales y la disminución de la producción.

Está relacionado con un aumento del riesgo de baja laboral hasta un 35%

El origen de este dolor puede ser variado, está relacionado principalmente con procesos traumáticos o con diferentes enfermedades degenerativas que afectan a la columna cervical.

A ciencia cierta no hay una razón aparente que inicie este dolor, algunos diagnósticos comunes que están relacionados con este dolor son espondilosis cervical y tortícolis, este también puede estar acompañado de dolor irradiado a lo largo del brazo o hasta la cabeza.

¿Cuál es la clínica del dolor de cuello?

De todos los dolores de cuello inespecíficos o también llamados simples o mecánicos, es el más común y sus signos y síntomas típicos son:

  • Dolor que se localiza en la región del cuello, el cual puede expandirse hasta áreas de la escápula o del hombro o en los alrededores de la base del cráneo.
  • Rigidez en la musculatura o espasmos.
  • Agravación del dolor debido a determinados movimientos o posturas.
  • Disminución del rango de movimiento.
  • Debilidad en la musculatura del cuello y hombro.

El dolor del cuello puede ser clasificado en función de su duración, por lo tanto, se divide en agudo que dura aproximadamente entre tres y cuatro semanas, subagudo que va desde la tercera hasta la cuarta semana hasta la doceava y crónico que es mayor a doce semanas.

En relación al tratamiento de este dolor que se origina a través de alteraciones musculoesqueléticas, anteriormente el tratamiento estaba centrado en los huesos, las articulaciones y los nervios, y los músculos y el dolor de origen miofascial en particular no recibían tanta atención.

Relación entre el dolor del cuello y síndrome de dolor miofascial.

Según diferentes literaturas el dolor más frecuente de origen muscular es el síndrome de dolor miofascial que posee una incidencia entre un 30 a un 90%, según la fuente que se consulte, es uno de los dolores más comunes que aparecen los músculos y en las fascias y que está asociado con la presencia de puntos gatillo.

Desde el punto de vista epidemiológico el dolor miofascial es una de las principales causas del dolor de cuello y cabeza.

El síndrome miofascial es definido como un conjunto de signos y síntomas sensoriales motores y autonómicos que son generados por la presencia de puntos gatillo miofasciales en la musculatura esquelética.

Se caracteriza por ser una de las causas más frecuentes de dolor de cuello y en ocasiones puede pasar inadvertido.

Este síndrome de dolor miofascial puede ser producido debido a mecanismos directos como traumatismos, situaciones de sobrecarga o por el frío, o mecanismos indirectos como proceso degenerativo, ropas apretadas, toxicidad como consumo de alcohol, enfermedades inflamatorias, deficiencias relativa a la hormona de crecimiento, hipotiroidismo, alteraciones de la articulación temporomandibular, etcétera.

Este dolor se puede agravar por el estrés y al no tratarlo puede generar síntomas como depresión, fatiga y alteraciones en el comportamiento en el individuo

Este dolor muscular se caracteriza por ser profundo, difuso, de difícil localización y que está acompañado de rigidez, debilidad, fatiga, espasmo, tensión, restricción de la movilidad, problemas metabólicos, degenerativos, radiculares o puntos de gatillo musculares en otros músculos.

Las regiones más afectadas por el síndrome son la cabeza, cuello, hombros y la zona lumbar, también puede ocurrir en cualquier grupo muscular, sin embargo, los mencionados anteriormente son los más frecuentes.

¿Qué son los puntos gatillo miofasciales?

Los puntos de gatillos miofaciales (PGM) fueron descritos por Balfour en 1816 como “tumores nodulares y engrosamiento dolorosos a la palpación los cuales pueden ser expandidos a otras regiones“.

Básicamente un punto de gatillo es definido como un nódulo de dolor focal a la presión el cual se encuentra en una banda tensa que es palpable en el músculo esquelético con la estimulación o la presión mecánica, de este módulo se puede desencadenar dolor referido, cefalea, debilidad, disfunción motora y fenómenos autonómicos.

La presencia de estos puntos varía según las publicaciones, por ejemplo, en una población asintomática es de 50%, siendo más prevalente en mujeres que en hombres la prevalencia de estos en los hombres de un 37% y en los mujeres es de 65% entre 30 a 65 años.

Según Travell y Simons un 75% de los pacientes que presentan dolor musculoesquelético el origen del mismo es debido a los puntos de gatillo miofasciales.

Los puntos gatillo pueden clasificarse en activos los cuales producen un dolor espontáneo reconocible por el paciente, previenen un estiramiento completo y causa debilidad muscular. Los puntos de gatillo latentes, que pueden producir signos motores y alteraciones mecánicas como los puntos gatillo activos, sin embargo, no producen dolor espontáneo salvo si son estimulados de manera directa.

Las características clínicas de los PGM son:

  • Banda tensa en un músculo.
  • Sensibilidad en un punto de la banda.
  • Reproducción del dolor.
  • Respuesta de espasmo local.
  • Dolor el cual es referido.
  • Debilidad de la musculatura involucrada.
  • Restricción del rango de movimiento.
  • Signos autonómicos como la coloración de la piel o eritema, lagrimeo y piel de gallina (piloerección).

¿Cómo se diagnostican los puntos de gatillo?

En la actualidad existen pruebas radiológicas específicas para identificar los puntos gatillo miofasciales los procedimientos diagnósticos utilizados son la palpación y la aplicación de criterios diagnósticos los cuáles han sido descritos por Travell y Simons.

Los criterios esenciales: son una banda tensa palpable, dolor local a la presión, reconocimiento por parte del paciente a su dolor al presionar sobre el nódulo sensible y una dolorosa amplitud de movilidad al estiramiento completo.

¿Cuál es el tratamiento mediante la fisioterapia para el dolor de cuello que se da por el síndrome de dolor miofascial?

El abordaje de este síndrome se va a dividir en dos etapas; el tratamiento eliminación de los PGM y el control de los factores que desencadenan la presencia de estos en los músculos.

El tratamiento para abordar estos puntos de gatillo se divide en un tratamiento conservador y un tratamiento invasivo:

En relación al tratamiento conservador estará basado en:

  • Masoterapia: el masaje de frotamiento profundo permite recuperar la longitud de las fibras y relajarla, se realizan diferentes técnicas como la compresión isquémica; la cual consiste en una presión manual digital aplicada por unos minutos que permite dejar la piel blanca del paciente sin generar dolor insoportable, al mantener esta presión hace que el músculo se relaje y permite bloquear el flujo y liberarlo, para ayudar a recuperar el tejido.
  • El masaje de fricción transversal o Cyriax es una técnica la cual consiste en ejercer presión en un punto junto con un mínimo deslizamiento, aunque es considerada una técnica eficaz resulta ser dolorosa.
  • La facilitación neuromuscular propioceptiva o FNP: es una técnica eficaz usada para ganar rango de movimiento articular a corto plazo.

En relación al tratamiento invasivo se encuentran las siguientes técnicas:

La punción seca: consiste en la estimulación a través de agujas para inactivar o eliminar los diferentes PGM, su efecto depende del daño mecánico que ocasiona. Estás aguja destruyan los elementos contráctiles y los componentes sensoriales y motores de las terminaciones nerviosas que contribuyen a la actividad que presentan los puntos de gatillos, además las agujas ocasionan fugas de potasio intracelular a través del daño del fascículo muscular, por lo tanto despolariza cuando ya hay suficiente. Esta técnica en función de la profundidad puede clasificarse en:

  • Superficial, cuando la aguja solo atraviesa la piel y el tejido celular subcutáneo.
  • Profunda, la cual además de atravesar la piel y el tejido celular cutáneo también puede alcanzar el tejido muscular, siendo la más utilizada la técnica de entrada y salida rápida de Hong.

Dolor de cuello y su relación con el síndrome de dolor miofascial

En el congreso de fisioterapia invasiva está enfocada a enseñar a los fisioterapeutas los últimos avances en técnicas y tratamientos invasivos a nivel muscular para el tratamiento de diferentes patologías, entre ellas los síndromes de dolor miofascial ocasionados por los puntos de gatillo en el músculo.

La preferencia de una técnica en fisioterapia sobre la otra dependerá principalmente de las necesidades que presenta el paciente y del criterio del fisioterapeuta encargado.

El dolor de cuello ocasionado gracias a estos PGM puede resultar incapacitante para las personas que lo padecen, un tratamiento adecuado de manera temprana podrá proporcionar una recuperación satisfactoria y permitirá que la persona pueda desenvolverse en su actividad de la vida diaria sin limitaciones ni restricciones, contribuyendo de esta manera una mejora en su calidad de vida.