Afecciones en el pie y la marcha durante el envejecimiento

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Afecciones en el pie y la marcha durante el envejecimiento

Afecciones en el pie y la marcha durante el envejecimiento

A lo largo del proceso natural de envejecimiento es común que se manifiesten ciertas afecciones que den como consecuencia dolor y molestias en el pie, las cuales pueden afectar gravemente el estado de salud y bienestar físico de quien las padece, pudiendo ocasionarse por distintos problemas anatomofuncionales en el siguiente artículo discutiremos un poco sobre ellas y su abordaje mediante la fisioterapia.

Primeramente es importante saber que la intervención desde la fisioterapia puede variar en cuanto a las técnicas de tratamiento, existiendo múltiples herramientas, una de las que más se ha ido implementando en los últimos años es el kinesiotape el cual en Fisiocampus te ofrecemos un curso intensivo para que aprendas a cómo aplicarlo de la manera más efectiva posible.

Por otra parte, siguiendo con la discusión del tema, es necesario analizar la anatomía del pie y su biomecánica para comprender las distintas afecciones que pueden instaurarse en dicha región, en tal sentido se puede dividir al pie en tres (3) secciones las cuales son las siguientes:
Articulaciones tarsianas

Comprenden aquellas articulaciones comprendidas entre los distintos huesos del tarso, identificadas como articulaciones planas que realizan deslizamientos entre sí a excepción de la articulación subtalar, así pues, las mismas son:

  • Articulación subtalar o subastragalina: cuyas carillas articulares  están comprendidas por la carilla inferior del astrágalo siendo convexa con respecto a la orilla cóncava de la superficie superior del hueso calcáneo la misma se define a sí misma como una trocoide, es decir, que es capaz de realizar giros sobre su propio eje en un solo plano de movimiento, realizando los movimientos de inversión o rotación interna y eversión o rotación externa del pie.

  • Articulación transversa del tarso (mediotarsiana o de Chopart): dichas articulaciones unen al astrágalo y calcáneo con el hueso cuboides y navicular respectivamente, donde se integran las articulaciones calcaneocuboidea, cuya superficie articular está formada por la cara anterior del calcáneo con la superficie del cuboides, asi mismo, también se encuentra la articulación talocalcaneonavicular, conformado por las carillas articulares del astrágalo y el navicular.

  • Articulaciones intertarsianas anteriores: compuesto por tres (3) articulaciones siendo la primera, la cubonavicular (unión entre el cuboides y el hueso navicular), seguida medialmente por la cuneonavicular (unión entre las cuñas y el hueso navicular) y finalmente en la cara más interna por la intercuneiforme (unión entre la cuña lateral, media y medial)

Articulaciones tarsometatarsianas

Donde los huesos del metacarpo se unen a los del carpo respectivamente formando articulaciones igualmente planas que producen deslizamientos entre si, teniendo lo siguiente:

  • I metatarsiano articulado con la cuña medial

  • II metatarsiano articulado con los tres (3) huesos cuneiformes

  • III metatarsiano articulado con la cara externa de la cuña lateral

  • IV y V metatarsiano articulado con la cara anterior del hueso cuboides.

Articulación metatarsofalángica

Constituida por el metatarso y las falanges, es denominada como una articulación de tipo troclear o pivote realizando movimientos a través de dos (2) ejes y planos de movimiento, sus carillas articulares están constituidas por la carilla articular convexa del metatarso que se une a la cavidad glenoidea cóncava de las falanges.

En tal sentido, se puede decir que dichas articulaciones, en conjunto a los tendones que allí se insertan forman el conocido arco o bóveda plantar compuesto por tres (3) arcos los cuales se mencionan a continuación:

  • Arco interno: Compuesto por el primer metatarsiano (único apoyo anterior) , cuña medial, escafoides, astrágalo y calcáneo (único apoyo posterior) distribuyendo las fuerzas y cargas axiales del cuerpo siendo tensados por la musculatura del tibial posterior, Peroneo lateral largo, flexor propio del dedo gordo y el aductor del dedo gordo. 

  • Arco externo: Conformado por tres (3) estructuras óseas siendo el quinto metatarsiano (único apoyo anterior), cuboides y calcáneo (único apoyo posterior)  respectivamente transmitiendo las cargas axiales que provienen desde el astrágalo, siendo tensado activamente por los músculos peroneo lateral corto, peroneo lateral largo y abductor del quinto dedo respectivamente.

  • Arco anterior: Comprende los huesos desde la cabeza del primer metatarsiano hasta la cabeza del quinto metatarsiano quienes son sus puntos de apoyo siendo sujetada por los músculos abductor del dedo gordo, peroneo lateral largo y las expansiones del tibial posterior

Se puede decir que a través de dicha bóveda plantar, el pie es capaz de soportar la carga axial proporcionada por las estructuras superiores al momento de la bipedestación y marcha, adaptándose a los distintos terrenos en los que se realiza la marcha, donde es necesario la movilidad de la misma para poder acoplar al pie a las inclinaciones del suelo afirmando lo siguiente:

  1. El apoyo anterior suele ser más amplio en las inclinaciones hacia afuera

  2. Al estar de pie, sobre una creciente transversal, el pie que se encuentra abajo o más posterior se encuentra supino mientras que el contrario, estando más anteriorizado estará en una posición de inversión.

  3. Al realizar la escalada, es necesario un anclaje por parte del pie de abajo siendo perpendicular al declive mientras que el pie de arriba contacta en una posición de flexión máxima y paralelo al terreno

  4. Durante un descenso, el pie en ocasiones debe adoptar un posición de eversion


En tal sentido, se puede decir, que una vez explicadas las estructuras del pie se puede entender que tras la realización de distintas actividades físicas se puede aumentar la exigencia por parte de las estructuras estabilizadoras tanto activas como pasivas, dando inicio a afecciones como pueden ser:

  • Fascitis plantar: La cual consiste en la inflamación de la fascia plantar debido a un sobre esfuerzo o estrés dado a la realización de distintas actividades de esfuerzo físico muy común en corredores.

  • Pie plano: Conocido así por la ausencia del arco interno del pie teniendo una pisada completamente plana que puede traer consigo afecciones en las estructuras superiores del cuerpo, alterando las fases de la marcha a largo plazo

  • Espolón calcáneo: Osificación ósea que tiene lugar sobre la fascia plantar a nivel del hueso calcáneo debido a microtraumatismos que sufre por mecanismos de tracción

  • Artritis reumatoidea: Donde se produce una inflamación involuntaria e indeseada sobre las articulaciones dado a una alteración en el sistema inmunitario

  • Hallux Valgus: Desviación por parte del primer metatarsiano en sentido lateral en dirección al segundo dedo del pie dado a un cambio en el centro de gravedad y la carga soportada por la bóveda plantar que suele ser incidente sobre éste hueso en particular.

Existen distintos factores que pueden influir en la aparición de dichas lesiones como pueden ser:

  • Sobrepeso, dado al aumento de la carga axial

  • Práctica de deportes como atletismo, futbol u algún otro donde se requiera correr grandes distancias y sin respetar los debidos tiempos de recuperación o no realizar un correcto acondicionamiento muscular

  • Uso de un mal calzado durante un largo periodo de tiempo el cual no es ergonómico para el pie. pudiendo incluirse tacones y zapatos con una suela muy delgada

Es muy importante, siempre realizar un correcto proceso evaluativo para poder confirmar o descartar éstas afecciones antes mencionadas, para ello es esencial el seguimiento de un protocolo el cual puede consistir en lo siguiente:

  1. Primeramente se debe realizar la evaluación subjetiva, en donde se recopilan todos los datos del paciente, nombre, profesión, antecedentes, manifestaciones clínicas entre otras cosas, desde éste punto, es necesaria la observación informal, que consta en el análisis de los movimientos del paciente desde el momento que entra a la consulta pudiendo iniciar el planteamiento de distintas hipótesis.

  2. Posterior a ello, se procede a realizar la exploración física, que debe comenzar con el análisis de la postura estática y dinámica, para ello, es importante que el terapeuta esté en el mismo nivel visual que la zona anatómica a evaluar. Así pues, la importancia de verificar la postura del paciente radica en comprobar la presencia de síndromes posturales que puedan ser un factor desencadenante para éstas lesiones. De igual manera, el estudio de la marcha, dará un indicio sobre posibles disfunciones y compensaciones que existen.

  3. En un mismo sentido, se deben aplicar pruebas musculares, articulares tanto pasivas como activas para poder comprobar la integridad de los tejidos blandos y si existe algún tipo de afectación en ellos.

  4. Por último, de ser necesario, se aplican pruebas especiales que puedan confirmar o descartar aquellas sospechas que se tengan en el momento para poder dar con un diagnóstico correcto.

En tal sentido, la intervención mediante la fisioterapia como se mencionó anteriormente quizá pueda incluir la implementación del vendaje funcional o kinesiotape, sin embargo, existen otras maniobras de tratamiento como pueden ser:

  • Ejercicios de estiramiento activo, Sobre todo dirigido a la musculatura plantar en función de elongarla.

  • Aplicación de agentes físicos, como puede ser la termoterapia o la hidroterapia

  • Punción seca, siendo una técnica invasiva muy útil en el área de la rehabilitación y fisioterapia que consiste en insertar una aguja de acupuntura sobre el punto gatillo o zona dolorosa en función de liberar las restricciones y causar un efecto analgésico.

  • Ejercicio terapéutico, El cual va dirigido a realizar un tratamiento activo sobre el paciente en busca de mejorar la clínica manifestada, donde se pueden incluir ejercicios para la movilidad y flexibilidad articular.

  • Reeducación de la marcha, siendo afecciones que comprometen al pie, por lo general la marcha también se ve afectada, siendo necesaria una reeducación en cuanto a la misma.