VIRTUDES DE UN BUEN FISIOTERAPEUTA

Buen fisio

Los fisioterapeutas son profesionales de la salud que ayudan a restablecer la función, recuperan y mejoran la movilidad y mitigan el dolor en individuos que padecen una afección, alteración o lesión que condiciona el movimiento físico habitual del cuerpo.

La fisioterapia es una profesión dinámica, por lo que es imprescindible que los mismos precisen y mantengan cierta conducta y gocen de ciertas cualidades para tener éxito en este campo de trabajo. Además de ser tolerantes, conocedores y humanitarios, los fisios también deben ser organizados y capaces de dominar ciertas situaciones que puedan presentarse con los pacientes en el día a día. 

Pero, ¿cuáles son estas virtudes y rasgos de la personalidad que debe tener un buen fisioterapeuta? Hay muchos atributos que un fisioterapeuta debe tener para efectuar un trabajo exitoso. Trataremos de abordar la mayoría de ellos, encaminados para que el trabajo del fisioterapeuta sea productivo y beneficioso tanto para él como para sus pacientes. He aquí algunas virtudes que consideramos esenciales en todo buen fisioterapeuta:

Un buen fisioterapeuta tiene buen oído

Algo que se debe tener en cuenta en todo momento es que cuando los pacientes acuden a un fisioterapeuta es porque buscan ayuda, ya que desean mejorar su calidad de vida. Es importante que desde el momento inicial ellos sepan que el fisioterapeuta los entiende, los escucha y que estará apoyándolos en todo momento en el proceso de su recuperación. 

No importa si estás en un hospital, una clínica, un consultorio privado, en tu propio domicilio, en una instalación deportiva… El fisioterapeuta estará allí para ti, porque esto es parte de su valiosa e imprescindible labor en cuanto a la conservación y la promoción de la condición física y la salud. 

Un buen fisioterapeuta te brinda herramientas incluso si no tienes ninguna lesión

Además de desarrollar planes de tratamiento que se adecúen a la condición de cada paciente, también desarrollan programas de bienestar para que los pacientes, o personas que no necesariamente tengan alguna afección, se empoderen de su salud y formen hábitos de estilos de vida saludables y eficaces en su día a día, de modo que, todo esto represente una mejora en la calidad de vida de cada individuo y se prolongue en el tiempo.

Un buen fisioterapeuta es completamente realista, pero es a la vez solidario y compasivo

Todo fisioterapeuta siempre debe tener claro lo que puede y no puede hacer. En caso de que tenga alguna duda acerca de un tratamiento, condición o paciente, debe buscar ayuda. El fisioterapeuta debe tener la capacidad de saber cuándo buscar ayuda de otros colegas, referir a algún paciente, entre otros.

Sabemos que una lesión puede hacer sentir vulnerable a cualquier paciente. Parte del trabajo en estos casos del fisioterapeuta es calmar al paciente y encontrar la manera de mantener a los pacientes animados para que completen su terapia. Los fisioterapeutas en estas situaciones deben solidarizarse con los pacientes y hacerles ver que cuentan con su apoyo.

En la fisioterapia, la humildad ante todo

Además de ser realistas con los pacientes, los fisioterapeutas a menudo son muy humildes y se relacionan con sus pacientes de una manera que comprenden. Un buen fisioterapeuta siempre está dispuesto a aprender de él mismo, aprende de sus colegas y mucho más importante aprende de sus pacientes. Nunca debe pasar por alto que el paciente ante todo es un ser humano. 

Un buen fisioterapeuta es paciente y positivo, y tiene una comunicación eficaz con todo el que lo rodea

Se debe tener claro que todos los pacientes no son iguales. Algunos serán más colaborativos, otros no tanto. Otros tendrán inconvenientes para seguir las instrucciones. El fisioterapeuta debe tener en cuenta que la afección de cada paciente en muchos casos representa un factor de estrés para ellos. La paciencia y la actitud positiva es la clave: se debe enfatizar lo positivo, descartar lo negativo y hacer enfocarse en el plan de trabajo que mejor se adapte al paciente. Recuerda que hay diferentes formas y perspectivas de ver una situación.

Es importante que el fisioterapeuta seleccione palabras que sean apropiadas y claras. Cuando explique algo a los pacientes no debe emplear un lenguaje tan técnico, mientras que cuando se dirija a otros colegas o profesionales de la salud sí debe hacerlo.

Si eres fisioterapeuta, tienes que mantenerte actualizado, sin perder tu capacidad de análisis y tu pensamiento crítico jamás

El fisioterapeuta debe actualizar constantemente sus conocimientos. La evidencia científica será su gran aliada para diagnosticar y tratar a los pacientes. Hay muchas tendencias cambiantes en la fisioterapia y debe mantenerse al día con ellas para poder llevarlas a su práctica diaria. Existe una gran cantidad de fuentes académicas para estar al día que te permitirán formular un plan de tratamiento y evaluar la respuesta de los pacientes, así como para comprender los problemas de cada paciente para resolverlos.

Responsabilidad y organización hacen un trabajo más fluido en fisioterapia

Además de prestarle atención a los pacientes, el fisioterapeuta se encarga de otras cosas como programar citas, trabajar con un equipo multidisciplinario, administrar, etc. Esto requiere responsabilidad y disciplina. Mantener un método de trabajo, establecerse objetivos y llevar una planificación adecuada con los pacientes refleja una valiosa virtud de un buen fisioterapeuta.

Para finalizar, un fisioterapeuta debe ser didáctico

El fisioterapeuta debe empeñarse en conseguir claridad con su proceso de pensamiento crítico. Los pacientes siempre tienen preguntas, dudas y pensamientos acerca de su condición. Debe manejarlos con empatía y explicar de forma concreta cada interrogante del paciente. Esto permite que se fortalezca el vínculo fisioterapeuta – paciente y ganar confianza por parte del paciente.

Establecidas estas virtudes el fisioterapeuta debe tener en cuenta que debe emplearlas para ayudar a los pacientes a sentirse más cómodos. Tiene que conectar con sus pacientes, estudiar sus fortalezas y debilidades para luego sacar provecho de ellas y obtener buenos resultados en la terapia. 

Debemos recordar también que los fisioterapeutas no solo se encargan de las condiciones o necesidades físicas de un individuo tras una afección o lesión, sino que además la parte mental y emocional juegan un papel importante y hay que saber manejarlas para mantener a los pacientes motivados con la terapia. 

Un buen fisioterapeuta sabe que cada paciente responde a una rutina diferente. Siempre debe tener varios planes de acción en caso de que el paciente presente problemas o dificultades para llevarlo a cabo. Un buen fisioterapeuta sabe que cada paciente es único y que cada lesión se comporta de manera diferente en los organismos. Un buen fisioterapeuta está en todo momento para sus pacientes, es una fuente de ánimos, aliento, tolerancia, fortaleza, valor, respeto y compromiso.