La epicondilitis lateral o codo de tenista

La epicondilitis lateral o codo de tenista

La epicondilitis lateral o codo de tenista

Las lesiones por traumas acumulativos son aquellas que surgen en los tejidos blandos, las cuales  son producidas por un daño físico y se originan gracias al sobreuso o esfuerzos repetidos de ciertas articulaciones y tejidos, entre ellas la tendinitis lateral o codo de tenista.

Anatomía normal del epicóndilo lateral

Los músculos extensor radial corto del carpo, extensor común de los dedos y la extensor cubital del carpo forma un tendón fuerte y concreto que se encuentra en el epicóndilo lateral y la cresta supracondílea lateral.

La epicondilitis o codo de tenista involucra principalmente al extensor radial corto del carpo, seguido del extensor digital común y en menor medida a los músculos que se encuentran en el compartimiento lateral del antebrazo.

Lesiones capsulares, engrosamiento y rotura de los ligamentos colaterales lateral del cúbito y el ligamento colateral radial son asociados normalmente a la epicondilitis severa, las cuales a su vez están asociadas a la inestabilidad del codo.

¿Qué es la epicondilitis lateral del codo?

Esta patología es comúnmente conocida como codo de tenista, es una de las alteraciones más frecuentes que afectan al codo y su prevalencia se estima entre un 1 y un 3%  de la población general aumentando hasta un 7%.

Se trata de un proceso degenerativo y fibroblástico que afecta predominantemente a los músculos que se insertan en el epicóndilo lateral, específicamente al extensor radial corto del carpo. Esta patología se origina principalmente por movimientos repetitivos y de pronosupinación del antebrazo y la muñeca.

La epicondilitis lateral o codo de tenista

¿Por qué surge la epicondilitis lateral?

Esta lesión surge con frecuencia como resultado de lesiones repetitivas o traumas directos que generalmente se dan por contracciones repetitivas de los músculos extensores del antebrazo, principalmente el extensor radial corto del carpo, lo que produce como consecuencia desgarros, proceso de reparación inadecuada y tendinosis.

¿Cuáles son las características clínicas de la epicondilitis lateral?

Esta patología se presenta en una misma proporción tanto en hombres como mujeres y se calcula que aproximadamente entre un 1% y el 3% de la población presenta por lo menos una vez en su vida un episodio de epicondilitis que generalmente se dará entre los 35 y los 50 años de edad.

Los pacientes con codo de tenista refieren dolor que se localiza en la cara lateral del codo característico y que pueden irradiarse hasta el tercio proximal del antebrazo, junto con sensación de debilidad en los agarres y debilidad para levantarla objetos, además de ello el dolor puede disminuir si se agarran objetos con extensión de muñeca y aumenta si se realizan en contra de una resistencia.

A través del examen físico se podrá desencadenar dolor a la palpación del epicóndilo lateral o en la zona anterior, así como dolor en la extensión contra resistencia muñeca. Existen diferentes test clínicos que ayudar a obtener un diagnóstico preciso como lo son:

  • Test de Thompson: se trata de una prueba provocativa en el hombro, donde se realiza extrema flexión de 60 grados con el codo extendido, el antebrazo en pronación y la muñeca de extensión de 30°. El terapeuta aplica una presión moderada en el dorso del segundo al tercer metacarpiano con lo cual se va a generar un estrés o tensión en el extensor carpi radialis brevis y longus.
  • Test de la silla: es una prueba provocativa en la cual se le solicita al paciente que levante una silla liviana con el codo extendido y el antebrazo en supinación, el objetivo principal de esta prueba es  desencadenar dolor en el epicóndilo lateral.
  • Prueba de borden: es una prueba provocativa, se le pide al paciente que comprima un manguito de tensiómetro manteniendo cierta presión.
  • Test de Cozen: se le pide al paciente que realice flexión de muñeca en contra de una resistencia con la finalidad de desencadenar el dolor.

Existe un sistema de clasificación que divide el codo de tenista en diferentes fases de acuerdo al efecto que causa sobre la funcionalidad y se basa en la descripción del nivel del dolor esto según Nirschl y Ashman:

  • Fase I: el dolor es moderado y se produce después del ejercicio, dura alrededor de 24 horas.
  • Fase II: el dolor surge después del ejercicio y dura más de 48 horas, es reducido con medios físicos.
  • Fase II: el dolor está relacionado con el ejercicio, sin embargo, no resulta limitante.
  • Fase IV: el dolor surge con el ejercicio y lo limita.
  • Fase V: dolor surge con actividades de la vida diaria pesadas.
  • Fase VI: dolor con actividades de la vida diaria ligeras, el dolor es intermitente durante el reposo, sin embargo,  no interfiere con el sueño.
  • Fase VII: el dolor es constante en reposo y se caracteriza por interferir en el sueño.

¿Cómo se diagnóstica la epicondilitis?

Además de las pruebas  mencionadas anteriormente que sirven para identificar si hay presencia o no de esta patología, también se realizan estudios de imagen que permitan llevar un diagnóstico preciso de si hay presencia de esta patología o no.

Estos estudios son la resonancia magnética, dónde se puede evidenciar un aumento de la intensidad de la señal en el interior del tendón, como un engrosamiento del mismo, además de adelgazamiento del tendón con alteración de la intensidad de la señal.

También se puede observar alteraciones a través de el ultrasonido o la ecografía, la ecografía permite la visualización completa del tendón extensor común desde la unión miotendinosa hasta su inserción en el epicóndilo lateral, si hay presencia de tendinosis se observa un tendón heterogéneo ensanchado, mientras que los desgarros presentes en los tendones se muestran como regiones hipoecoicas asociadas a la discontinuidad del tendón.

Muchos estudios han encontrado cierta relación significativa entre los síntomas clínicos de la epicondilitis y los hallazgos ecográficos tendinosos. La ecografía se considera una técnica de diagnóstico de gran utilidad debido a que permite identificar el daño que se ha producido en el tendón de manera clara. Además de ello este procedimiento también puede utilizarse para clasificar la severidad de la patología, es decir, si está es leve, moderada o severa.

¿Cuál es el tratamiento mediante la fisioterapia para la epicondilitis lateral?

La fisioterapia posee objetivos importantes para el tratamiento de esta patología, que son:

Controlar el dolor, mejorar la fuerza y la resistencia, a través de técnicas que permitan que el paciente pueda volver a la actividad, preservar la movilidad y la función del miembro que se encuentra afectado, evitando un futuro deterioro del segmento involucrado.

  • La terapia manual a través de diferentes técnicas, como el concepto de Mulligan, va a permitir una recuperación satisfactoria de esta patología. Este concepto consiste en movilizaciones articulares suaves por parte del terapeuta y movimiento activo que debe realizar el paciente, esta técnica ha mostrado que hay un aumento de la fuerza de presión manual además que contribuye a mejorar el dolor y aumentar la funcionalidad. La terapia manual forma un componente importante en los diferentes programas de rehabilitación, en FisioCampus contamos con este tipo de cursos enfocados para  ampliar el conocimiento acerca de la terapia manual en fisioterapeutas.
  • Punción seca sobre los puntos de gatillo: se trata una terapia invasiva con agujas, comúnmente usada para el tratamiento de los puntos de gatillo que permite eliminar sustancias algógenas.

Los puntos gatillos se encuentran localizados comúnmente en el extensor común radial corto del carpo, en el extensor común de los dedos y supinador largo, después de la punción seca se recomienda realizar una isquemia post punción y continuar el tratamiento con técnicas de terapia manual, reeducación muscular y estiramientos diarios.

  • En relación a las ondas de choque su aplicación como tratamiento para la epicondilitis no posee una amplia evidencia científica que garantice de forma concluyente su efectividad. No obstante, existe evidencia acerca de su poder analgésico así como su contribución a la regeneración sobre los puntos en los cuales se enfoca.

El uso de las ondas de choque debe ser dosificado según las características del paciente, en el tratamiento de la epicondilitis lateral las sesiones se suelen realizar entre cada 6 a 8 días.

  • Las corrientes galvánicas intratisulares: las cuales son otro tipo de terapia invasiva en la que se introduce una aguja en un punto concreto donde se le aplica una corriente galvánica con el objetivo de regenerar el tejido. Suele aplicarse tres punciones por sesión, dejando una semana entre cada sesión, los pacientes requieren entre 4 a 6 sesiones.

Estudios científicos demuestran que los síntomas y cambios estructurales degenerativos en la epicondilitis lateral se reducen después del tratamiento de corriente galvánica intratisular bajo control ecográfico, además aplicar esta técnica junto con ejercicios excéntricos y estiramiento.

  • El ultrasonido como medio físico tiene dos mecanismos de acción, el térmico y el mecánico sobre los tejidos, por lo tanto, estimula el metabolismo, la circulación y la regeneración de tejidos, aportando una reducción en los pacientes que padecen este tipo de patologías.

El tratamiento de fisioterapia para la epicondilitis lateral es de gran  importancia ya que cuando esta patología pasa a estadios crónicos resulta verdaderamente limitante para la persona que lo padece, además que aumenta el riesgo de sufrir una rotura completa del tendón de los músculos que se insertan en este segmento óseo.