¿Cómo abordar la tendinitis bicipital desde la fisioterapia?

tendinitis bicipital

tendinitis bicipital

Se sabe, que existen muchas tendinitis que pueden tener lugar a nivel del complejo articular del hombro pudiendo incidir sobre deportistas y personas sedentarias, tal es el caso de la tendinitis bicipital llegando a causar mucho dolor y limitación afectando el correcto desarrollo de las actividades físicas, laborales, entre otras, para ello a continuación se discutirá de qué manera la fisioterapia puede intervenir para mejorar ésta afectación.

Sin duda, en la actualidad existen herramientas que se implementan para abordar éste tipo de afección, una de ellas viene siendo el masaje transverso profundo, en donde se busca mediante una fricción profunda y transversal a las fibras tendinosas y musculares, promover la reorganización de las fibras de colágeno, además de promover el llamado de sustancias regeneradoras, si quieres conocer más sobre ello puedes asistir al curso dictado en Fisiocampus. Por otra parte, antes de mencionar otras maniobras que pueden servir en la intervención de ésta patología es necesario poder conocer las estructuras anatómicas y su función para rehabilitarlas.

Complejo articular del hombro

El complejo articular del hombro se habla de que es uno de los más grandes e importantes del cuerpo humano debido a su gran participación funcional dentro de las distintas actividades diarias y laborales que se realizan. Está compuesto por cinco (5) articulaciones las cuales se describen a continuación:

Articulación esternoclavicular

Sus superficies articulares se componen por el tercio medial de la clavícula quien se une al manubrio del esternón, se define como una articulación de tipo doble silla de montar, gracias a que es capaz de desplazarse a través de distintos planos y ejes para lograr realizar movimientos en sentido anteroposterior, ascendente, descendente y de manera rotacional. Cuenta con importantes estructuras ligamentarias que sirven de estabilizadores pasivos donde se destacan los ligamentos esternoclaviculares anterior y posterior.

Articulación acromioclavicular

Se trata de una articulación de tipo sinovial plana cuyas carillas articulares están formadas directamente por la superficie del acromion quien se une con el tercio lateral o externo de la clavícula, dicha articulación cuenta con estructuras ligamentarias muy importantes de donde destacan los ligamentos acromioclavicular y coracoclavicular respectivamente. Dicha articulación es capaz de realizar movimientos de deslizamiento en sentido caudal y cefálico según sea necesario para cumplir y facilitar los movimientos del hombro.

Articulación glenohumeral

Siendo quizá la más conocida y una de las principales de éste complejo, se trata de una de las articulaciones más grandes del cuerpo, se define como una sinovial móvil de tipo enartrodia, cuyas carillas articulares se conforman por la cabeza humeral convexa dirigida en sentido posteroinferior quien se articula con la cavidad glenoidea de la escápula cóncava, dicha articulación es propensa a un sin fin de lesiones dado a su incongruencia articular, ya que, en éste caso la carilla convexa no es capaz de encajar completamente sobre la carilla cóncava necesitando de la ayuda de distintos estabilizadores pasivos como ligamentos y activos cómo tendones que ayuden a la coaptación de la misma durante los movimientos que se realizan en todos los planos y ejes descritos dentro de la anatomía.

Articulación escápulo torácica

Siendo considerada una articulación falsa, ya que, sus carillas articulares están compuestas por la cara anterior de la escápula sujetada al vientre muscular del músculo subescapular, quien la une a la parrilla costal, ésta articulación es quizá la responsable de que los movimientos del hombro sean posibles, gracias a la relación directa que tiene con todas las demás articulaciones del complejo articular del hombro, trabajando de manera coordinada en una secuencia denominada ritmo escapulohumeral. Dicha articulación es capaz de desplazarse a lo largo de todos los planos y ejes anatómicos, realizando movimientos ascendentes, descendentes, rotacionales o de basculación (propios de la escápula) y aducción abducción en función de la necesidad biomecánica de la actividad o movimiento.

Como se ha mencionado anteriormente, el complejo articular del hombro, específicamente a nivel de la articulación glenohumeral necesita de estabilizadores que ayudan en la coaptación de las carillas articulares precisamente para evitar luxaciones u otro tipo de lesiones traumatológicas, para ello, se encuentran los músculos que conforman al manguito de los rotadores, siendo el supraespinoso, subescapular, infraespinoso y redondo menor respectivamente, quienes abrazan y ejercen una tracción en sentido medial sobre la cabeza humeral para lograr su estabilización.

En tal sentido, se puede resaltar la participación activa de uno de los músculos más importantes de la región, como lo es el bíceps braquial, siendo un músculo biarticular, ya que, tiene participación a nivel del hombro y codo, se describen a continuación dos (2) cabezas o porciones del mismo:

  • Cabeza larga del bíceps braquial: La cual tiene su origen a nivel del tubérculo supraglenoideo y discurre a lo largo de la corredera bicipital o surco intertubercular del húmero.

  • Cabeza corta del bíceps braquial: Tiene su origen a nivel de la apófisis coracoides de la escápula y desciende hasta encontrarse con la cabeza larga para unirse a un tendón común que termina a nivel de la tuberosidad del radio.

Así pues, dicho músculo participa directamente en la flexión de hombro, flexión de codo y supinación respectivamente, sin embargo, un papel muy importante a destacar, es la estabilización y coaptación que brinda la cabeza larga sobre la articulación glenohumeral durante los movimientos overhead (por encima de la cabeza) generalmente cuando se quiere tomar un objeto o realizar alguna actividad participando con sus sinergistas el coracobraquial y la porción anterior del deltoides.


¿Tendinitis bicipital en qué consiste?

Como se ha mencionado anteriormente, el bíceps braquial, específicamente su cabeza larga, tiene una demanda funcional muy alta dentro de la articulación glenohumeral y al ser un músculo biarticular se le puede sumar la actividad en el complejo articular del codo, así pues, dado a estados de sobre uso al momento de realizar alguna actividad laboral o deportiva, es posible que el tendón de dicho músculo sufra un proceso inflamatorio que desencadena manifestaciones clínicas dolorosas.

Proceso inflamatorio que tiene lugar sobre el tendón de la cabeza larga del bíceps braquial..”

Éste tipo de lesión, suele incidir sobre todo en deportistas que practican béisbol o tenis al igual que personas que se relacionan con las actividades laborales de construcción y manualidades.

La aparición de ésta tendinitis se pueden asociar distintos síntomas y signos, siendo principal la manifestación de dolor punzante y localizado ante el movimiento al cual se le pueden agregar los siguientes:

  • Inflamación que se generaliza a nivel del hombro en su cara externa.

  • Sentimiento de debilidad muscular o dificultad para lograr realizar la flexión de hombro por encima de los 90º

  • Puede haber enrojecimiento y un aumento de la temperatura local sobre la región del hombro

  • Dado a la compensación que realiza la persona para realizar los movimientos, puede presentar dolor e hiperactividad del pectoral mayor, trapecio y alguno de los músculos del manguito rotador.

Así pues, en la aparición de ésta lesión, si bien se ha hablado de que se relaciona con un estado de sobre uso e hiperactividad, también pueden influir otros factores desencadenantes como pueden ser:

Caídas o golpes sobre el hombro de manera constante y repetitiva
Malos hábitos posturales, en donde se suele sobrecargar la musculatura y puede dar inicio a dicha afección

Evaluación y diagnóstico fisioterapéutico

En cuanto a la evaluación de las disfunciones biomecánicas, es necesario poder realizar una evaluación activa, donde se le pida al paciente realizar la flexión de hombro, pudiendo ser medida y cuantificada a través de la goniometría, además de esto, se debe palpar los vientres musculares y zonas relacionadas para comprobar la presencia de dolor, restricción miofascial u algún otro tipo de afección.

Para identificar directamente la presencia de una tendinitis bicipital se puede hacer uso de la prueba de Yergason, mediante la cual se podrá además la estabilidad del tendón sobre la corredera bicipital.

Protocolo de tratamiento

Una vez confirmada la presencia de dicha afección, se debe elaborar un protocolo de tratamiento adecuado para lograr la recuperación pronta del paciente, para ello se pueden incluir distintas herramientas terapéuticas dentro de las cuales se pueden mencionar:

  • Aplicación de electroterapia: Mediante el uso de la electroanalgesia se podrá lograr mitigar el dolor de la tendinitis durante un tiempo prolongado, para ello se debe colocar por un tiempo estimado de 15 - 20 min se tal manera que se promueva la estimulación mecánica de las fibras sensitivas aferentes.

  • Ejercicios de fortalecimiento: Una de las características de ésta lesión es la debilidad muscular, por ende, en fisioterapia a través del uso de ligas, balón terapéutico u algún otro se deben implementar ejercicios de brazo que favorezcan el aumento de la fuerza haciendo uso de las contracciones isotónicas.

  • Liberación miofascial: Donde se puede hacer uso de maniobras superficiales y profundas directamente sobre la región del hombro para lograr eliminar las posibles restricciones presentes en dicha zona.

  • Terapia manual ortopédica: Se puede hacer uso de movilizaciones intraarticulares e incluso técnicas de tracción en donde se pueda no solo estimular la cápsula articular sino también los tejidos blandos que la rodean.

Principalmente la rehabilitación activa del paciente es la que podrá incidir en mayor proporción para garantizar su recuperación, por ende, es necesario lograr la educación del mismo, para que realice ejercicios en casa y mejore los hábitos posturales, de ésta manera se podrá obtener un mejor feedback y al mismo tiempo ayudar en la prevención de dicha afección.